miércoles, 2 de enero de 2008

Fechas / Dualidades

A mi hermano

Ha comenzado un nuevo año, bah..., hemos vuelto a transitar la misma fecha que ya transitamos el año pasado. El año nuevo para mí representa un excusa para saludar a aquellos que aprecio y que tal vez por estar tontamente ocupado, distraído, malhumorado o simplemente colgado no he saludado día a día como debería ser.

Es también necesario para organizar un poco nuestras vidas, hacemos un balance, nos permite valorar la suerte que hemos tenido respecto de otros años menos agraciados, y si no llegáramos a estar pasándolo bien nos da la esperanza que significa iniciar un nuevo ciclo, sí, no veo el año nuevo como un comienzo per se, no soy de los que a la medianoche vociferan 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, es solo una cuestión de orden mental, todos necesitamos un final para un nuevo principio.

Todos tenemos miedo a los finales, tal vez porque los finales suelen ser como la cabeza de una serpiente gigante, la cabeza puede haber pasado pero las escamas seguirán rasgando nuestra alma e incluso arrastrarnos hasta que finalmente logramos soltarnos, algunos proponen alejarse, otros esperar pacientemente que la serpiente termine de pasar, lo cierto es que no hay un manual al respecto.

Por la dualidad de esta vida por suerte podríamos afirmar que un final es al mismo tiempo un principio, que la tristeza puede dar lugar a la alegría, como siempre nos dice papá: "No hay mal que por bien no venga"

Claro querido hermano que la clave no está en ignorar el pasado, ya forma parte de nuestras vidas, retomando la analogía, la serpiente ya pasó, pero su huella queda...

Macho, la clave está en no ignorar tu presente...

Hablabas la otra vez que el final de tu relación te daba una sensación de segundo abandono, siendo el primero nuestras respectivas adopciones. Yo nunca vi mi adopción de esa manera, sin deseos de faltar el respeto a los hijos biológicos, el ser adoptado me da la certeza de tener unos padres que sin lugar a dudas me buscaron y me esperaron para que yo sea su hijo, y lo mismo hicieron con vos.

Si bien yo me he sentido identificado con aquel poema de Borges que dice "Ya no es mágico el mundo. Te han dejado." hoy creo que siempre nos espera un pedacito de magia a la vuelta de alguna esquina...

Te quiero pibe, te mando un pedacito de magia...

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