jueves, 23 de diciembre de 2010

Bella

Todos la miraban, algunos como queriendo sacarle sus posibles secretos usando sus córneas como receptores.

Otros pasaban frente a ella ignorándola completamente, tal vez inmersos en sus propios pensamientos.

Una pareja a sus espaldas daban rienda suelta a su amor, un vendedor de rosas la esquivó e intentó sin éxito romper el hechizo amoroso.

Frente a ella un dibujante retrataba su belleza, algo preocupado por la tormenta que se avecinaba.

El viento acarició su cuerpo, inmediatamente una gota resbaló por su mejilla.

Todos empezaron a retirarse, aquellos que la miraban, la joven pareja, el vendedor de rosas.

El dibujante, resignado, suspendió su trabajo.

Ella quedó completamente sola, inmóvil bajo la lluvia…

…como una estatua.

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